En moto por Jaipur

Desde hace unos cuantos días, andamos motorizados. Jhosband, El hermano de Didi, que trabaja entre semana en Delhi, nos ha dejado su potente máquina, la flamante Honda Hero -dotada de un poderosísimo motor de, ejem, 98 c.c.- que aparece, reluciente, en la foto. Aunque no fueron fáciles los comienzos, pues lo primero que hice al cogerla fue ponerme a buscar el botón de arranque. Pardillo de mí, que aquí casi todas las motos son de la vieja escuela, de las que se arrancan pateando la correspondiente varilla. No creo que Muna, la mujer de Jaswant, se quedara muy tranquila al dejármela, a la vista de desconcierto inicial. Pero disponer de una moto para moverse es bien cómodo, pues los trayectos del hotel al orfanato son ahora meteóricos, e incluso podemos ir a comprar cosas a algún mercado cercano. Sin embargo, no me atrevo a ir con ella a la ciudad. Como es bien sabido, aquí se conduce por la izquierda, pesado legado del Imperio británico, aunque en realidad se conduce por la izquierda, por el centro o por la derecha en función de la circunstancia o del albedrío del conductor correspondiente. Cualquier tipo de giro o maniobra, incluso en vías de tres carriles, parece permitido, sin hablar de los obstáculos móviles (vacas, cabras, peatones, algún camello) que periódicamente interrumpen el paso. Y como tampoco es cuestión de buscar percances innecesarios, hemos decidido apostar por los autorickshaws para los desplazamientos a las zonas de conflicto.

Mi otra lucha con la tecnología local tiene que ver con el fútbol. Ya he hablado de la interminable lista de canales que se ofrecen en la tele del hotel, y del influjo hipnótico que en mí provocan. Sin embargo, Ten Action y Ten Sports, el par de canales que se ocupan de transmitir el fútbol aquí no están disponibles, por razones que no he acabado de entender (y eso que me han sido explicadas cientos de veces). De manera que he tenido que seguir los diferentes actos del enfrentamiento del siglo, bien a través de Internet, bien con los resúmenes televisivos o por la prensa del día siguiente. Incluso con este seguimiento descafeinado, la sensación que queda de este (inacabado) drama es de cierta decepción. Como imagino que el asunto será de máxima actualidad en España, y como son bien conocidas mis lealtades futbolísticas, tampoco quiero entrar mucho en polémicas. Pero que estos partidos, que podrían haber sido un espectáculo glorioso, acaben convirtiéndose en batallas barriobajeras, y peor aún, en auténticos tostones con apenas un par de chispazos de fútbol, es lamentable. Allá los madridistas que comulguen con el espíritu tabernario de Mou, pero me inquieta que mi Barca haya mostrado algunas actitudes que suponen una cierta renuncia a los principios estéticos que eran su estandarte. La prensa internacional apuesta, quizás como castigo justo a esta traición compartida al espíritu del juego, por que el Manchester barra al equipo que se clasifique para la final. A lo mejor así aprendíamos.

En el orfanato, la mayor parte de las nenas han empezado ya sus dos meses de vacaciones de verano, de manera que pasamos mucho tiempo con ellas. Irene ha encontrado una actividad que las tiene entusiasmadas: les dibuja unas figuras en un papel, y las nenas tienen que colorearlas. Ya, ya sé, muy básico, pero no habíamos sospechado cuánto les gustaba. Así que la tienen rodeada mañana y tarde, reclamando más dibujos, Didi, ya terminé de colorear el anterior, o pidiéndole nuevos diseños. Las figuras más reclamadas por el respetable son de príncipe y princesa, quizás por la inevitable influencia de la boda de William y Kate, que aquí ha sido seguida con notable entusiasmo. Coches, casas y aviones son los otros dibujos más solicitados.




Por mi parte, yo he empezado a dar clases de mates a las mayores, las que empiezan la Class XI el curso que viene, y que ya se han comprado los libros. Se ve que un día los abrieron y el pánico se apoderó de ellas. No es extraño, pues el syllabus incluye números complejos, Combinatoria, polinomios, etc. En la foto aparezco explicándoles cosas sobre los conjuntos de números básicos, los naturales, los enteros, los reales... La noticia de que el 0 era invención hindú las llenó de notable orgullo patrio. Pero la revelación de que Pi no valía 22/7, verdad ontológica que al parecer les había sido transmitida por los respectivos profesores, les produjo hondo desasosiego. Hasta Didi, que atiende a las lecciones con interés, pareció mostrar cierta disconformidad.

Habitualmente, cuando aprieta el calor, nos escapamos al hotel a echarnos una siestecita. Aunque hay ocasiones en las que la modorra nos sorprende. Como el otro día, cuando estaba en animada charla con mi juguete preferido, la pequeña Redeema, oye, me voy a recostar un poco mientras tú me sigues hablando, no, mejor me echo yo, no, tú, no… zzzzz. De suerte que acabamos como muestra la fotografía.

0 comentarios:

Publicar un comentario