La India es la mayor democracia del mundo, más de 700 millones de personas están llamadas a votar cada cinco años. Para darnos una idea, en las elecciones al Parlamento europeo, que son las siguientes en magnitud, vota como la mitad de gente. De esos 700 millones, el 48% son mujeres (la India es de los pocos países en los que hay más hombres que mujeres, el lector podrá imaginarse por qué si ha seguido con interés algún post anterior sobre prácticas de selección de sexo). El porcentaje de población joven es también abrumador. Solo he encontrado datos parciales de participación, pero extrapolando podría decir que participa en torno al 60%, lo que da unos cuantos cientos de millones de votos. Las elecciones se celebran en varias fases, cada estado o distrito lo hace en una fecha. Hoy toca en varios distritos de West Bengal, pero seguirá habiendo elecciones en otros lugares hasta mayo (el 16 de mayo se darán a conocer los resultados). Afortunadamente, desde el 2000 se vota con un sistema electrónico, hay como un millón de mesas electorales repartidas por todo el país, en las que cada elector decide su voto simplemente presionando un botón. Aunque no he podido verlo en directo (luego contaré por qué), parece ser que, una vez identificado, el votante pasa a una habitación donde hay un panel en el que figuran los nombres de los partidos, el símbolo que los representa (especial para votantes iletrados), y el botón correspondiente. Presionas el botón, suena un pitido, y está hecho. Después, te marcan un dedo de la mano con tinta para asegurarse de que no reincides. Cada elector tiene una tarjeta de identificación, emitida por una comisión electoral, lo que me hace pensar que hay un trámite previo para registrarse (así que no creo que todo el mundo esté realmente registrado; por otro lado, hacer un censo serio aquí parece tarea descabellada).
La campaña electoral en West Bengal ha sido especialmente movidita. Parece ser que por la zona circulan unos tipos, no sé si partido político, grupo terrorista o qué, los “maoístas” (¡maoístas!, creía que el libro rojo ya había pasado a ser pieza de museo), al parecer una antigua escisión del Partido Comunista (CPM) que se dedica a armar jaleo. Como parte de ese jaleo, durante la campaña se han cepillado como a 40 candidatos del CPM (visto el tono último del blog, aclaro que cepillarse significa aquí cargarse, matar), en balaceras por poblados cercanos. Lo que dio lugar al siguiente razonamiento de una de las Didis: los maoístas deben de ser capitalistas (nombre que, por contraposición, asignan al Partido del Congreso, más o menos de centro), porque sólo matan comunistas, que son los rivales de los capitalistas. Flagrante falacia lógica (¿non sequitur?, ¿post hoc, ergo propter hoc?, aaaay, ¿dónde se quedaron mis conocimientos de lógica?) que revela un alto grado de ingenuidad -y desconocimiento- políticos. Las Didis, por cierto, tienen una tirria considerable a los comunistas, que como os dije alguna vez son los que ganan en este Estado. Parece ser que los Ananda Marga se las tuvieron tiesas con el Gobierno en el pasado, y que de aquellos polvos, estos lodos (nota bene: el uso de tiesas y polvos en esta frase no debe malinterpretarse). Sunita, sin embargo, se nos confesó a Arni y a mí como votante comunista, aprovechando un rato en el que no había Didis cerca. Por eludir barrocas digresiones sobre política occidental y sutiles distinciones que habrían sobrepasado el nivel de inglés que manejamos con ella, tanto Arni como yo nos declaramos también simpatizantes: a ver, bueno, sí, más o menos, ¡venga, sí, Sunita, nosotros también! Las encuestas, por cierto, apuntan a que el ganador de estas elecciones será el Partido del Congreso, aunque probablemente necesitará, para gobernar, el apoyo de otros partidos. Que los hay de todo tipo: partidos regionalistas, otros ligados a las castas, algunos de corte religioso, etc. En fin, un lío.
Como a las 8 de la mañana, mientras daba cuenta de la abundante ración de tostadas con la que me pongo a tono por las mañanas (hoy no teníamos clase, por eso me dejaron remolonear algo más en la cama), Didi me dijo que se iba a votar, en la Vespa que utiliza a veces para desplazarse (de traca, la imagen de Kenny-South Park motorizado). Como no está autorizada a llevarme de paquete, y dado que no quería perderme el acontecimiento, agarré una bici y me dispuse a seguirla. Os imaginaréis que la bici en cuestión, salvo por tener dos ruedas y manillar, no se parece en nada a una mountain bike. Aún así, tras añadir algo de presión a las ruedas, me dispuse a iniciar mi primera incursión ciclista por la zona. En realidad, apenas un kilómetro hasta la escuela publica de Kathanga, pero entre los infernales caminos, el horroroso calor que ya empezaba a hacer y unos desarrollos que ya quería yo ver mover a Amstrong (solo mi poderoso y musculado tren inferior me permitió superar la prueba; ah, no, que de eso no gasto, que lo mío son canillas)… debo reconocer que casi me un vahído por el camino. Pero llegué, y lo que sigue es la crónica de lo que vi. Primero, grupos de personas que se acercaban al colegio desde los alrededores (serán cuatro casuchas las que hay en la zona, pero se ve que viven como 8000 personas en los alrededores de Kathanga, ¿dónde se meten?), andando por estos caminos polvorientos, provistos de paraguas la mayor parte de ellos (obviamente, no para la lluvia), siempre elegantes en sus sarees las mujeres, lamentables los hombres en sus vestimentas que tratan de imitar lo occidental. Personas que celebraban con sorpresa mi centelleante aparición a los mandos de la máquina (también de traca, imagino, la estampa del occidental pedalizado) y que amablemente me señalaban el camino cuando preguntaba ¿elections? Luego, al llegar a la Escuela, colas interminables de gente (todas metiditas en los soportales, desafiando una vez más las nociones de espacio y densidad), esperando su turno para votar. Tras dejar la bici aparcada (con notables dificultades para apañarme con el candado), me fui para allá, alegremente, pero, ¡con la Iglesia hemos topado!, o más bien con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado (¿pero no podrían inventar un nombre más corto?), pues al paso me salió el madero de turno (estaba plagado aquello de policías, se ve que no se fiaban de que a última hora a los maoístas no les diera por hacer alguna otra barrabasada) quien, con buenos modales, eso sí, pero con intransigencia reglamentaria, me prohibió la entrada al recinto, enumerando toda la lista de leyes, directivas, reglamentos y hasta disposiciones transitorias que pudo exhibir. De nada valieron mis súplicas, mis argumentos de que venía de muy lejos, de que era una oportunidad única, mis sutiles invitaciones a que hiciera una excepción: ¡ni hablar!, artículo 33, barra 48, no se puede y no se puede. Así que me quedé con las ganas de presenciar el proceso, ver en acción las maquinitas y a las mujeres tribales votando. ¡Qué lástima!
Visto el panorama, me puse a pasear por los alrededores, y enseguida un par de policías me abordaron para preguntarme que de dónde venia, etc. Conseguí pegar la hebra con estos dos, que eran más simpáticos y menos reglamentistas, y me explicaron datos variados sobre los sistemas de votación y las peculiaridades de la zona. Luego me acerqué a las dos tiendecillas, una del partido comunista y otra del Congreso, en las que se arremolinaba bastante gente, más por guarecerse del solazo que por afinidad política, sospecho. No me enteré bien para qué estaban allí, quizás para conseguir convencer a algún in
deciso, las racioncitas de arroz dulce que repartían podrían ayudar, o como interventores del proceso. Pero en todos sitios me invitaron a entrar, sentarme, compartir unos garbancillos secos y observar lo que iban haciendo (en la foto, dos chavales posan con gorritas del Congreso). Un tipo joven, con algún conocimiento de inglés, me invitó a seguirle un poco más allá, y a la sombra de un árbol estuvimos departiendo, cuatro o cinco, sobre diversos asuntos. De la conversación solo saqué en claro una invitación formal a unirme a los partidos de cricket (¡ese apasionante deporte!) del equipo que tenían montado: 5 pm, every afternoon, in Kathanga. Para entonces, Didi ya había salido de votar y em
prendimos el camino de vuelta, ella disparada en su bólido, yo apurado en mi cascajo. Pero antes de irme, y subrepticiamente, saqué una foto de las colas frente al colegio electoral, al fondo se pueden apreciar. Por cierto, el moreno que se está acabando de zampar mi bolsa de garbancitos es el que me instaló el ventilador en la habitación, al verme se puso muy contento y fue mi sombra durante toda la jornada. No habla ni papa de inglés, pero se prestó solícito a vigilar que no hubiera poli mirando mientras hacía las fotos (agua -jol en bengalí- supongo que tenía preparado).De vuelta al colegio, me dio tiempo a pararme y a tomar unas fotos que dan fe de los estragos que está causando la sequía por aquí (e
n realidad, lo reconozco, es que estaba fundido tras subir una cuesta, y mientras descansaba, oye, pues una fotito). Lo que se ve (o intuye) a la izquierda es una de las insalubres lagunillas en las que los habitantes de los poblados solían tomar sus baños diarios, ahora convertida solo en terreno cuarteado. Como ya os he dicho alguna vez, yo no sé lo que va a pasar como no llueva. Al menos nosotros tenemos pozo propio, que aunque no está en sus mejores momentos, todavía nos garantiza el abastecimiento para beber. Pero, ¿esta gente?Finalizo el post con una curiosidad, una i
magen para ilustrar los efectos de las altísimas temperaturas que estamos teniendo. Vean cómo quedó, un día que dejé la ventana abierta y el viento caluroso golpeó con intensidad, la vela que tengo en la mesa, ésa que sirve para iluminarme en mis relatos nocturnos durante los momentos en los que la luz se va. Aunque ahora que me paro a mirar la foto detenidamente, y visto cómo está el patio en este blog… espero que a nadie le dé por establecer nuevas asociaciones de índole sexual, jaaaa¡Feliz puente!
5 comentarios:
Me alegra que proliferen las fotos. (la vela fantástica, jajajaja... al final es cierto que hace un calor que derrite!jejejeje)
Siento no ser capaz de comprender mucho el sistema de elecciones,... que no es porque no te esmeraras en contarlo, yo que soy así de inculta..jajajaja.
Todavía no te atreves con el ventilador?? Sigues durmiendo en el tejado ???
Jope, la que has liado!!! Llevaba una semana sin leerte/leeros.
Kenny en moto, jeje, lo más... Pareceríais Epi y Blas de excursión...
Sigue disfrutando.ra
Jajajajaja, prometo reconectarme luego y hacer un comentario a la altura de tu elaborado relato electoral, pero ahora mismo no puedo parar de reirme con la foto de la vela y es que antes de llegar a tu frase de "Aunque ahora que me paro a mirar la foto detenidamente" yo ya había lanzado un : ¡aay vaaa!¡ gatillazo! jajajaja.
Con lo que al llegar a la frase más risa me ha dado aún. JAJAJAJA
Sí ya, los efectos del calor ( tremendos!) , pero no me digas que la perspectiva no la planeaste fríamente o mejor, acaloradamente. jajajajaja. Yo diría que sí, que sigues provocando y esta vez así como quien no quiere la cosa por si caen mas palos. No te culpo. ;) Lo celebro pues esté genial jajajaja
Y bueno, imaginarse a Kenny-Vratiisha en Moto jajajejajaja. Si te hubiera llevado de paquete, y como siempre te veo de blanco y azulito, erais las dos versiones de Kenny....jajajaja
Eso: ¡Feliz puente!
Tengo una entrada de sobra para el sábado, fondo norte, soy Madrrilista, pero no me importa ir con uno del Barca ( más interesante ;) ). Si adivinais quien soy, pues llamadme. Siento que no estés por aquí Pablo, si no te lo diría a tí sin dudar.
Eso sí, después hay que invititarme a unas cañas y simpre siempre tratarme como a una reina :D jejeje. Hala guapos, ahí os veo
Era broma...
Lo de tener que invitarme, digo, que voy con un grupo de gente, así que lo siguiente era, pues si querias apuntaros, cosa que supongo que dependerá de quien gane, aunque como ya dijo uno , aunque ganemos nosotros, vosotros seguiréis ganando x 1, osea que el celebro puede estar bien: por una vez ganamos los dos. :)
O no os interesaba o os fuisteis todos de puente, y como hay muchos que están caninos por una entrada de mañana, pues ya está asignada (vendida..jajaja). Y eso que Pablo habría venido a pesar del sarpullido que le provoca pisar terreno blanco ¿A que sí? :) hasta lueeeee
Publicar un comentario